Trekking en la reserva natural Altos de Lircay
La Ruta Enladrillado es una buena idea para una escapada durante algún fin de semana libre. Fácil de organizar por cuenta propia, ofrece en un corto trayecto grandes sensaciones. La ruta, que atraviesa la fabulosa Reserva Nacional Altos de Lircay, puede hacerse tanto a pie como a caballo. Se llega con facilidad a la entrada del parque mediante microbuses desde Talca y si decide alargar más la experiencia, puede acampar a orillas de la romántica Laguna del Alto.
El sendero nos lleva a través de un bosque sureño hasta llegar a la rumoreada «pista de aterrizaje de ovnis», el Enladrillado. Aquí el río Claro, durante milenios, ha tallado su cauce hasta una profundidad de 1000 m. Debido a su formación geológica, la platea «enladrillada» que sobresale es la base de muchos mitos. Los campesinos de los alrededores arriendan sus caballos por una módica suma. Uno también puede pedir un tour organizado. En las ruta no hay ninguna infraestructura turística, por lo que hay que llevar todo para acampar y abastecerse.
Se recomienda comenzar el recorrido bien temprano en la mañana para evitar el fuerte sol del tramo superior, sobre todo en verano. Desde la recepción de Conaf (Corporación Nacional Forestal), a 1200 m, parte un sendero hacia las Piedras Tácitas. Ahí debe doblar a la izquierda en dirección a la Laguna del Alto, la cual está señalizada. Luego de una hora y 40 minutos, y a unos 1.725 m se alcanza Piedras Blancas –el nombre se debe a la gran cantidad de piedras de granito del lugar. La primera parte del camino le lleva por un bosque de coihues, el cual se va abriendo cada vez más permitiéndole una hermosa vista hacia el valle Central, que incluso alcanza hasta la cordillera de la Costa.
Siga por el denso bosque, el cual se va aclarando cada vez más, hasta llegar al límite en donde ya no crecen árboles. Desde ahí unos 190 metros y a una media hora de cabalgata, se alcanza la loma que conduce hacia el paso. Ese punto, que se encuentra a 1900 m, es fácil de reconocer por el espacio de pura piedra en alrededores de tierra. El sendero lo lleva por el inclinado cerro hasta el paso, a la altura de 2327 m, tras aproximadamente una hora y 420 m de subida. Las vistas que se obtienen desde acá son espectaculares: podemos divisar el lago Colbún, el embalse Melado, la cordillera Lástima y los volcanes San Pedro y San Pablo. La subida está decorada con una hermosa flora de Amarilis y Nassauvia.
Un desvío rápido a la cima del cerro Peine (2450 m), a tan sólo 15 min y 100 m de subida desde el paso, se recomienda por la vista que se obtiene desde ahí: Se puede observar, además de lo ya mencionado, el Volcán Descabezado Grande y el cerro Azul hacia el oeste y hacia el norte el cerro Azufre, cubierto por un gran glaciar. Bajo buenas condiciones climáticas se puede ver hasta el Volcán Palomo.
Regrese al paso. Unos 270 m de bajada, y a 45 minutos de andar, encontrará la Laguna del Alto. A unos 50 m. de la orilla encontrará lindos lugares para acampar. Al noroeste de la laguna hay sitios igualmente planos con pasto para poner la carpa. En el verano el agua de esta laguna es muy agradable para bañarse. Las lagunas más pequeñas que se encuentran más cerca del valle, tienen aguas más cálidas.