Invitados por Sernatur del Maule, visitamos durante tres días la zona y sus alrededores. Nos encontramos con un pueblo entero dedicado a las artesanías de colas de caballo, con otro que dice tener la mejor plateada del mundo, hicimos cabalgatas hasta hermosos miradores y probamos lo mejor de sus vinos. A solo 250 kilómetros de Santiago, el Maule se presenta cada vez más fuerte como una excelente alternativa para una escapada cercana a la capital.

Aunque no cuenta con la fama de los balnearios tradicionales como Viña, Valparaíso o el Litoral Central, la cercanía de la región del Maule con Santiago la posiciona como un atractivo destino, lleno de actividades al aire libre, turismo aventura, gastronomía de primera y unos vinos reconocidos como los mejores del país. Invitados por Sernatur del Maule, comprobamos por qué son cada vez más los turistas que deciden pasar unos días de descanso en el valle central.

Artesanías en crin y tesoros humanos en vivo en Rari

Rari es un pueblo perteneciente a la comuna de Colbún, en la provincia de Linares. En sus estrechas y tranquilas calles se reparten decenas de talleres que trabajan y hacen del crin, la cola de caballo, el material para realizar todas sus artesanías. El origen de esta práctica sigue siendo tema de debate, pero lo cierto es que este conocimiento ha sobrevivido más de 200 años y Rari ya se ganó la denominación de “Ciudad artesanal del mundo”. Visitamos el taller de Guadalupe Sepúlveda. Nos cuenta su historia, que sus nietos tienen que aprender y seguir con la tradición y se enorgullece que las traten de artistas. Explica que las primeras artesanas tejían usando raíces de álamos o sauces; luego utilizaron colas de vaca, pero eran muy cortas y crespas. “Dicen que un joven encontró en un alambrado la crin de la cola de caballo, que se la llevó a su madre y que desde ahí se comenzó a trabajar con este material”, explica Guadalupe. Nos muestra cómo se tiñen de colores (solo se puede hacer con las crines blancas, porque las negras o cafés se mantienen de ese color), y que todo se realiza en base a un círculo. En 2010, la comunidad de artesanas en crin de Rari fueron reconocidas como Tesoros Humanos Vivos.

Termas y aventura en Panimávida

La región del Maule se caracteriza por su variedad de paisajes, volcanes, montañas, ríos, playas y también sus termas. Las de Panimávida, un pueblo de Colbún, son las más conocidas y atrae a miles de turistas cada año. Datan de 1822 y en el complejo existen 64 habitaciones, bar restaurant, terrazas y más. Dos piscinas exteriores con aguas a 27° y un recinto techado con dos piscinas, dos jacuzzis y una pileta de intercambio de temperatura. En su spa se puede encontrar terapias con masajes, hidroterapias, baños de barro, reiki y todo lo que el visitante necesita para un tiempo de relajo. Para los amantes del turismo aventura existen trekkings, kayak, rafting, canopy y cabalgatas. El complejo de cabañas “Don Pepe”, ofrece cabalgatas por el tramo Lircay, en un trayecto que demora 2 horas en total. Tiene excursiones hasta la frontera argentina de cuatro días y que cuestan cerca de 300 mil pesos. El líder de la excursión es Guillermo Norambuena, que lleva 46 años en esto. A los cuatro se subió por primera vez y dice que nunca más se quiso bajar. Son cerca de 12 caballos para un momento de conexión con el entorno. Se llega a un mirador donde se puede ver todo el valle.

La mejor plateada de Chile en El Romeral

La carne se da excelente en el valle central de Chile. Famoso por sus carnes y asados, el Maule tiene varias fiestas que giran torno a este alimento. En Romeral, por ejemplo, se celebra desde hace tres años en la plaza principal, la Fiesta de la Plateada, que durante tres días reúne a todo el pueblo en torno a la carne. La plateada es el corte que se ubica en el pecho del animal y que normalmente se cocina al horno o a la cacerola. «Acá puedes encontrar a la parrilla, mechada, estofado o cazuela, la única condición es que sea plateada», dice Felipe Aguilera, encargado de turismo de la Municipalidad de Romeral. La fiesta junta a 60 stands, con demostraciones en vivo de chefs nacionales, además de música y comedia. La idea es rescatar las tradiciones campesinas y que la región no solo sea conocida en agosto con la fiesta del Chancho Muerto, sino que darle vitrina a todas las localidades. En Romeral se encuentra el restaurant Colo Colo, que se precia de tener la mejor plateada del mundo. Paso obligado de cualquier amante de la carne y de autoridades de paso en la zona. El restaurant está lleno de fotos de autoridades junto a sus plateadas. Romeral también destaca por sus manzanas y sus guindas, fruto que cada diciembre tiene en su honor un concurrido festival.

La ruta del vino de San Javier

La región del Maule es de las pocas que se precia de contar con cinco valles, y en todos se produce un vino de primer nivel: está el valle de Curicó, de Cauquenes, Loncomilla, del Maule y el de Sagrada Familia. En la zona de secano de San Javier, más específicamente en Alquihue, uno se encuentra con la Viña Las Veletas, un proyecto que comenzó como familiar, pero que con el paso de los años se transformó en una de las mejores de la región. Tienen una serie de sabrosos ensamblajes, tintos y blancos. Esta viña participa de un proyecto Corfo que se llama Profo de Loncomilla, que agrupa a viñas de la región y otras instituciones de enoturismo. Son casi 350 hectáreas, que combinan parras antiguas con nuevas. La intención para 2019 es salir a conquistar los mercados brasileros y asiáticos. En Sagrada Familia, en tanto, la viña Pons fue escenario de la primera Expo Wine, que contó con la participación de 13 viñas y de las autoridades locales y de turismo. «La idea es potenciar la región, conquistando a los visitantes con vinos que solo se dan en esta zona. Hay que recordarle a la gente que estamos a solo 2 horas y media de Santiago, y queremos que nuestra región se convierta en un destino para las escapadas de fin de semana o feriados. Tenemos mucho que ofrecer», dice Carolina Reyes, Directora (S) Regional de Sernatur.