Guía: Los secretos gastronómicos de la Ruta Escénica Lagos y Volcanes
¿Qué tal una pizza de mechada de chivo con una cerveza artesanal de Lonquimay o una trucha rellena con changle o un bife de caballo acompañado de guiso de mote y porotos araucanos o un asado de cordero al palo bien chicoteado o un chupe de picorocos maridado con un chardonnay producido en la cuenca del Río Bueno?
Es inevitable que la boca se nos llene de agua y pensemos que se nos «revienta la hiel» al imaginarnos estas delicias que nos ofrece la tradicional y la nueva gastronomía del sur de Chile, que se ha convertido en un factor importante a la hora de planificar un viaje, razón por la cual revista Enfoque ha preparado especialmente para ti los mejores datos gastronómicos y culinarios existentes en la Ruta Escénica Lagos y Volcanes, para que empieces a preparar tu paladar para cuando vuelvas a tener la oportunidad de viajar. Aquí te dejamos nuestra exquisita ruta gastronómica entre lagos y volcanes.
ARAUCANÍA ANDINA (Victoria, Malalcahuello, Lonquimay, Icalma, Melipeuco, Vilcún)
El circuito más septentrional de la Ruta Escénica Lagos y Volcanes ofrece una excelente alternativa de ruteo desde la comuna de Victoria hacia las reservas naturales de Tolhuaca, Malalcahuello, Conguillío y Alto Biobío, que en conjunto, ofrecen una combinación de naturaleza, geología, actividades de montaña y placeres culinarios influenciados por la cultura pehuenche. En efecto, las diferentes variedades de hongos silvestres, como digüeñes, changles y morchellas, se fusionan con carnes de cordero, de chivo, de animales de crianza como el ganso y el pavo criollo e incluso de caballo, las que se adoban con merkén, ajo negro y pimienta de canelo.
En Lonquimay, la especialidad es el chivo, cuya preparación más habitual es asado al palo y a la cruz, pero también hay innovaciones como la pizza de mechada de chivo que preparan en el Lonquimay Lodge, un pequeño hotel boutique cervecero donde los viajeros más desinhibidos pueden experimentar un exótico baño de cerveza en tinas de madera nativa. En Icalma, donde nace el emblemático río Biobío, es posible comprar piñones cocidos de la mano de los mismos pehuenches y degustar una diversidad de preparaciones a base de esta semilla sagrada, como sopaipillas, ensaladas, kuchenes, queques y ceviches.
En Victoria, Curacautín, Malalcahuello, Lonquimay, Melipeuco, Vilcún y Cunco hay muy buenos restaurantes y picadas que combinan la cocina internacional con productos locales y ancestrales. No es un secreto, pero si no lo sabía, todo este circuito es prodigioso en quesos artesanales, charcutería, mermeladas, miel de ulmo y exclusivas cervezas artesanales de aromáticos sabores gracias al lúpulo que se produce en la zona. Y si anda en busca de fiestas costumbristas las más destacadas son las de Cherquenco, Lonquimay, Melipeuco, Curacautín, Ranquil y Cunco, esta última considerada como la fiesta con el cocimiento de cordero más grande de Chile, un evento cultural que convoca a más de 10 mil personas en torno a la gastronomía, la artesanía y música típica.
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ARAUCANÍA LACUSTRE (Pucon, Villarrica, Caburgua, Licanray, Curarrehue)
Con epicentro en Pucón y Villarrica, todo este circuito ubicado en el corazón de la Región de La Araucanía es ampliamente reconocido por su oferta en turismo de aventura, actividades termales y de montaña, que se complementan para los turistas sibaritas gracias a una abundante oferta de restaurantes de comida internacional, algunos de los cuales fusionan recetas de origen mapuche y alemana.
Un lugar donde se puede comprobar esta propuesta es en el pequeño hotel y restaurante familiar Huincaterra, ubicado a 12 km al sur de Villarrica hacia el Parque Nacional Villarrica. Más citadino, el céntrico café Luthier Bistró de Pucón, ofrece una trucha rellena con changle que saca aplausos. Con más refinamiento el lujoso restaurante Beyond Vira Vira ofrece una carta inspirada en la simpleza de las recetas mapuches y en la sofisticación de la cocina francesa, todo preparado con materias primas e insumos de producción propia ya que el lugar posee una granja y huerto. Para los que buscan sabores étnicos, el Mercado Fritz de Villarrica, la Cocina de Anita Epulef de Curarrehue y la Ruka Fogón Newen Zomo de Quetroleufú, son tres opciones donde se puede degustar la cocina tradicional mapuche y campesina a través de una experiencia única. También en Curarrehue, el sorprendente restaurante Amaranto ofrece una carta con productos poco considerados como la carne de caballo, que se sirve deshilachada con risotto y piñones o los brotes de coligüe que se preparan en forma de quiche o la lengua de vacuno que se sirve en salsa de alcaparras con arroz árabe.
En todo este circuito, las bebidas tradicionales por excelencia son la chicha de manzana, las mistelas, como el guindao y el murtao, el mote con huesillos y el muday. Reconocidos también son los abundantes productos gourmet como mostazas, mermeladas, pastas de ajo y de ají, quesos premium, junto a las cervezas artesanales, las que en el caso de la cervecería Cráter, se puede conocer el proceso de fabricación, junto a un pequeño restaurant temático.
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SIETE LAGOS (Panguipulli, Puerto Fuy, Huilo Huilo, Liquiñe, Riñihue, Mocho Choshuenco)
Siete Lagos se denomina el circuito andino de la Región de Los Ríos que agrupa los lagos Pellaifa, Calafquén, Pullinque, Pirehueico, Neltume, Panguipulli y Riñihue, cuyo centro comercial es la histórica ciudad de Panguipulli. La oferta gastronómica de la zona contempla una fusión de la cultura alemana, española, mapuche, y por cierto, chilena.
Panguipulli tiene muy buenos restaurantes de comida internacional, chilena y fusión, que en muchos casos incluye propuestas vegetarianas. Un buen lugar para probar la gastronomía típica mapuche en la ciudad es la feria Trafkintuwe donde se puede desayunar y almorzar platos hechos con productos endémicos que las cocineras traen desde sus propias huertas. Un imperdible en febrero es la feria costumbrista Hua-Hum, donde las empanadas, los asados de cordero, de jabalí y los sabores mapuche como la quinoa, el trigo mote y las preparaciones a base de piñones elaborados por los cocineros de la zona mantienen viva las tradiciones. El aporte alemán se aprecia en la repostería, la charcutería, los quesos, las mermeladas y las cervezas artesanales.
La estrella del circuito es la Reserva Biológica Huilo Huilo, una iniciativa privada que goza de impresionantes saltos de agua, termas, lagos y acceso al volcán Mocho Choshuenco. Los visitantes se pueden deleitar con avistamiento de aves, pesca recreativa, deportes de montaña, paseos en el lago Pirihueico y un sinnúmero de excursiones que se pueden complementar con una muy buena gastronomía, como las que ofrece el restaurante del hotel Nothofagus y el Refugio del Maderero de Neltume, en cuya carta destacan exquisitos platos elaborados a base de ciervo, jabalí y truchas silvestres. Para los que buscan relajo, toda la zona ofrece más de 30 recintos termales, cuyos establecimientos también se esmeran por ofrecer exquisitos platos regionales. En la zona también se elaboran café de trigo y de avellanas, además de catutos y una sabrosa sopa de caballo que conquista el paladar de moros y cristianos.
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LAGO RANCO (Paillaco, Futrono, Llifén, Lago Maihue, Parque Futangue, Río Bueno)
El eje de este circuito es el lago Ranco, el tercero más grande de Chile. Un segundo lago, más pequeño y cordillerano, es el Maihue, reconocido por ser la ruta clandestina de Neruda hacia Argentina. En la ribera norte del lago Ranco, la comuna de Futrono goza de buena reputación en carnes de vacuno y cordero, que se pueden degustar en muy buenos restaurantes como Pellín y Coigüe, Olivo Futrono y de Campo y Río, este último ubicado en Paillaco. Toda la cuenca del lago Ranco es un vergel, razón por la cual no es raro encontrar tomates, copihues, calafates y uvas, que están siendo utilizadas para la producción de vinos por la reconocida viña Casa Silva.
Desde Futrono la ruta bordea el lago hasta llegar al poblado de Llifén, donde predomina la gastronomía de origen mapuche al igual que en la isla Huapi. Hacia la cordillera, por el río Calcurrupe —un paraíso para los amantes de la pesca— un buen circuito de turismo rural es el lago Maihue, que cruza grandes haciendas y el valle de Chollinco. En la playa Maqueo, en febrero, se realiza una muestra costumbrista de comidas típicas donde el producto estrella es el maqui con el cual se elabora una gran variedad de productos gourmet. En el lado oriente del lago se encuentra el extraordinario Parque Futangue, un paraíso natural que cuenta con un pequeño hotel y un restaurante en cuya carta destacan exclusivos platos como tártaros de ciervo, truchas al horno y ñoquis caseros.
En la localidad de Lago Ranco el Parque Ilihue combina actividades campestres con una destacada cocina que ofrece codornices y conejos escabechados. En Puerto Nuevo el Restaurante Laurel fusiona la cocina franco-italiana con productos locales. En Puerto Nuevo hay un balneario con alternativas para comer, playa, actividades acuáticas, ideal para tomar el sol en verano y relajarse. Desde esta pequeña localidad es posible navegar por el río Bueno hasta la ciudad del mismo nombre, que ofrece pastelería típica, un bello paisaje natural e incluso un festival que deleita a sus visitantes con música de antaño. Desde Río Bueno los turistas pueden llegar hasta la pequeña localidad de Trumao en la comuna de La Unión que sorprende por su multiculturalidad que se expresan en su comida y las incipientes viñas en la ribera del río Bueno.
Lo mejor de la gastronomía típica se encuentra en la feria Sabores y Sensaciones del Ranco, una exposición que cuenta con cocina en vivo y degustación de carnes, quesos, cecinas y productos gourmet. Toda la cuenca del lago Ranco es excelente para la pesca de salmones y truchas, por lo que ambas especies se hacen habitual en la mesa.
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NORPATAGONIA (Osorno, Parque Nacional Puyehue, Lago Rupanco, Volcán Puntiagudo)
El Circuito Norpatagonia ubicado en la provincia de Osorno comprende un territorio formado por dos grandes cuencas hidrográficas: en el norte el lago Puyehue; y en el sur el lago Rupanco. El ícono de estos paisajes es el volcán Osorno, que comparte las miradas con el volcán Puntiagudo, uno de los cerros más escarpados de Chile.
El centro distribuidor del destino es Osorno, una ciudad eminentemente agrícola que en los últimos años ha tenido un notable desarrollo en lo gastronómico y turístico. No solo exquisitas carnes de vacuno se pueden disfrutar en toda la provincia, ahora también se producen cervezas artesanales, sidras, espumantes y un enigmático destilado en base a bayas y frutas nativas. Los mejores quesos mantecosos y de oveja, carnes maduradas y charcutería se fabrican en estos campos. Y si algo faltase, existe una generosa variedad de productos de recolección como berries, hongos silvestres, nalcas, cerezas, murta y grosellas, que se ofrecen a la venta a granel en mercados, ferias y puestos callejeros.
Desde Osorno el camino obligado es la Ruta Internacional 215 que conecta con Bariloche por el Paso Cardenal Samoré. El camino bordea el lago Puyehue, en cuyo entorno se concentra la fuerza de la oferta turística, que incluye complejos termales, cabañas, centros de esquí y acogedores lodges como el Cantarias que sorprende por la calidad de su cocina. La estrella del circuito es el Parque Nacional Puyehue, donde se ubica el afamado Hotel y Spa Termas Puyehue, que dispone de una reconocida gastronomía internacional.
En toda esta zona la oferta culinaria incluye salmones y truchas, junto a una amplia variedad de frutos rojos, mermeladas, mistelas y una excelente repostería de tradición alemana. En la localidad de Entre Lagos, en julio, se celebra la Puihua Cultural, un evento que combina música, cultura y comidas típicas, como el cazuelazo. La zona también ofrece preparaciones a base de carnes exóticas. En el caso del lago Rupanco la oferta es marcadamente rural.
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LAGO LLANQUIHUE (Puerto Octay, Frutillar, Puerto Varas, Ensenada, Cochamó, Río Puelo)
La puerta sur del circuito de la Ruta Escénica Lagos y Volcanes está dividida en dos: por el lado norte la cuenca del lago Llanquihue, y por el lado sur los valles de Cochamó y Río Puelo. La postal es el omnipresente volcán Osorno, en cuya cumbre existe un centro de esquí con una pequeña cafetería. Puerto Varas es el polo gastronómico del destino debido a que cuenta con la mayor variedad de restaurantes, salones de té y cafeterías con toque sureño e influencia alemana, además de una veintena de hoteles de gran calidad que disponen de restaurantes de alta gama como los ubicados en los hoteles Patagónico, Cumbres, Awa, Solace y Cabañas del Lago.
El sincretismo cultural de la zona está muy vinculado a la gastronomía que incorpora técnicas y productos mapuche, criollos y alemanes. Puerto Octay, uno de los pueblos más pintorescos de la ruta, es reconocido por la calidad de sus quesos y onces alemanas, al igual que Frutillar, donde es casi una obligación probar kuchenes y dulces típicos que se venden en pequeñas cafeterías que tiene notables exponentes como el café Herz y el diminuto Kuchenladen, ubicado frente al Teatro del Lago, epicentro cultural y de las Semanas Musicales. En Llanquihue están las afamadas Cecinas Llanquihue y muy cerquita, en Nueva Braunau, también hay muy buenos embutidos. Todo esta zona es reconocida por la calidad de su charcutería, quesos, productos gourmet y cervezas artesanales.
Al sur de Ensenada, bordeando el Estuario de Reloncaví, se encuentra el Valle de Cochamó, famoso por sus paredes de granito que atraen a escaladores de todo el mundo, cuya última escala es Río Puelo, reconocido por sus exclusivos lodges de pesca y las aguas turquesa del lago Tagua Tagua, que se cruza en barcaza hasta llegar a la localidad de Llanada Grande. En toda esta zona la comida es más del tipo patagónica y chilota donde el cordero al palo es la especialidad, junto a preparaciones a base a salmón, merluza y mariscos, como el extraordinario curanto y pulmay de estilo chilote.