Cauquenes, la primera ruta del vino hecha a mano
En el universo de los vinos, los años son un atributo. Pero también lo son el conocimiento, el amor por la tierra y el buen olfato. Con una mirada diferente y la posibilidad de interactuar con los protagonistas de la cultura vitivinícola más antigua de Chile, un grupo de pequeños productores viñateros y profesionales del vino de la comuna de Cauquenes, diseñan a pulso una nueva oferta de turismo enológico, pero esta vez basada en vinos elaborados con la cepa País, la variedad más antigua del vino chileno, aquella que trajeron los españoles en el siglo XVI.
Las parras de estos vinos se encuentran principalmente en el secano del Maule, y existen algunas tan antiguas que superan los 150 años. Podrían haber muchas más, pero lamentablemente algunas se perdieron cuando los pequeños agricultores optaron por reemplazarlas por plantaciones de kiwis o eucaliptus en la década de los ochenta, o como en años recientes, cuando la voracidad de los incendios forestales arrasaron con centenarias parras de carignan, país y moscatel.
Viñateros de Cauquenes, cultores del patrimonio
Los incendios forestales del verano pasado fueron un golpe duro para muchos viñateros de Cauquenes —que en su gran mayoría son antiguos y longevos productores que producen vinos a muy baja escala, casi de subsistencia—. Pero con el trago amargo ya tomado, todos ellos quieren seguir adelante y vincularse con el turismo. Agrupados en la Asociación Gremial de Viñateros del Secano de Cauquenes (VidSeca), en 2015 organizaron la primera Fiesta del Vino País. Música, catas, charlas y muestras de artesanía local, junto a la sabrosa gastronomía maulina, entre otras actividades, se desarrollan año a año en la última semana del mes de octubre en la Plaza de Armas de Cauquenes. La Fiesta del Vino País es también la ocasión para poner a prueba la calidad de los caldos de los viñateros de Cauquenes. Todos los años se organiza un concurso en busca de los mejores brebajes. Este año el primer lugar se lo llevó el octogenario agricultor de Coronel de Maule, Fernando Henríquez, quien después de estar en el podio en las dos versiones anteriores, finalmente en 2017 logró el primer lugar con su vino de cepa País “Las Monjes”.
Gracias a una invitación de Sernatur, estuvimos con don Fernando y un grupo de viñateros liderados por Sergio Amigo —un empresario de Cancha Alegre que también produce dos variedades de extraordinarios espumantes— y el enólogo Felipe Zúñiga. En la terraza de la viña San Clemente, ubicada en el km 9 del camino a Pelluhue, en el sector La Aldea, siete pequeños productores participaron en una cata ofrecida a un grupo de periodistas. Fue una cata de sensaciones y emociones. No solo emergían los fenoles naturales de las botellas, sino las historias de esfuerzos y cariños desplegados. Son esas mismas historias que estos verdaderos cultores del patrimonio nacional quieren ofrecer a los turistas que se acerquen a Cauquenes.
Viña San Clemente, herbaterapia en el bosque
Para vivir estas experiencias te recomendamos visitar la Viña San Clemente, que se encuentra emplazada en un entorno natural único, rodeada de un bosque con arboles nativos como maitenes, robles, boldo, arrayán y quillay, entre otros. Su propietario, Felipe Zuñiga, está desarrollando en el área un complejo turístico que incluye un restaurante de comida local con preparaciones gourmet, servicio de spa con masajes, sauna de herbaterapia y cabañas para alojamiento. Entre los servicios que se ofrecen están las visitas guiadas que permiten a los turistas conocer el origen del vino chileno en una bodega de técnicas tradicionales, para finalmente visitar la sala de ventas con productos locales, souvenirs y un portafolio de vinos que incluyen carignan, cabernet, país y un brandy de mas de tres años de envejecimiento en barricas con murtillas.
La Higuera, cabalgando por una viña ancestral
Otro viña que está apostando fuerte al turismo es la Viña La Higuera, que ofrece un atractivo lugar de hospedaje en una casona rodeada de viñedos y junto a una de las higueras mas antiguas de Chile. La Higuera ofrece una serie de actividades al aire libre, visitas a la viña, participar en la vendimia, cursos de cata de vinos e historia del vino en Chile, además de cabalgatas, y dormir en una viña ancestral, entre barricas y viñedos. Sin duda, una experiencia única.
La Costa de Cauquenes, tradiciones, surf y vino
Los principales atractivos de la ciudad de Cauquenes son los ríos Cauquenes y Tutuvén con el embalse del mismo nombre, el tranque El Boldo, el cerro Name y, en la ciudad, el templo de San Alfonso, el mercado municipal, la Plaza de Armas y las cerámicas de Pilén. Pero una de las ventajas de Cauquenes es su cercanía con la costa. A menos de 40 minutos existen balnearios costeros muy visitados por los propios habitantes de la región y cada vez más por viajeros que buscan lugares espaciales. Entre estos pueblos costeros están Chanco, declarada Zona Típica por su arquitectura colonial; Pelluhue, que destaca por sus variados eventos durante el verano, entre estos, el Festival de la Trilla, que se realiza el último fin de semana de enero; y Curanipe (foto arriba), muy frecuentado también por surfistas, dadas las atractivas olas que se forman en su costa.