Misterios y revelaciones de la tragedia del Green Cross
En 2015 un grupo de montañistas aseguraron haber logrado dar con los «verdaderos restos» de la aeronave siniestrada que terminó con la vida de ocho futbolistas y parte del cuerpo técnico del mítico Green Cross. A raíz de esa expedición recreamos los hechos, tal cual como sucedieron y entregamos relevantes antecedentes que apuntan a identificar dónde están las diferencias de ambos hallazgos. Por Humberto Merino
Estadio Bancario de Osorno. Domingo 2 de abril de 1961. Por el pase a los octavos de final de la Copa Chile se enfrentan el Green Cross de la Primera División del fútbol chileno y la Selección de Osorno, integrante de la Asociación Nacional de Fútbol Amateur, ANFA.
Los dirigentes buscan expandir el fútbol por todo el país y Osorno responde con un combinado amateur de lujo. Rubén Marcos y Rubén Pajarito Angulo encabezaban una generación dorada de jóvenes futbolistas. De hecho, ambos jugadores en la temporada siguiente engrosarían las filas de la Universidad de Chile, y un par de años mas tarde integrarían el mítico ballet azul y la Selección Nacional. Marcos —mundialista de Inglaterra 66— incluso llegó a ser comparado con Alfredo di Stéfano por su extraordinaria forma de jugar.
Más de cuatro mil hinchas soportan el frío y la lluvia, apretujándose en los tablones de madera del pequeño estadio osornino para alentar a su vistosa selección ante un club importante del fútbol chileno. En 1945 Green Cross había obtenido su primer título nacional y el año anterior había conseguido el ascenso a Primera División. Los pijes de Santiago —llamados así por su relación con los empresarios y sectores acomodados— buscan afanosamente conquistar nuevos laureles.
El partido es intensamente disputado y Osorno da el golpe final a la serie. Con un solitario gol de Guillermo Díaz, el elenco lechero derrota al equipo de la Cruz de Malta y tras un empate en el partido de ida clasifica a la siguiente ronda.
Después del cotejo, los jugadores de ambos elencos se reúnen y comparten las anécdotas y jugadas del partido. Hay abrazos, bromas y fotografías. Todos buscan a la joven promesa osornina, Rubén Marcos, y al veterano exseleccionado argentino del Green Cross, Eliseo Mouriño. Mundialista en Suecia 58 y bicampeón de la Copa América, Mouriño se lamenta no haber podido jugar ese partido. Su pase, proveniente del Boca Juniors, no había llegado. Sin embargo, el fichaje más caro de la época quiso igual viajar a Osorno para conocer y alentar a sus nuevos compañeros.
En el accidente aéreo perecieron 24 personas, entre ellos el entrenador Arnoldo Vásquez, y los jugadores Dante Coppa, José Silva, Manuel Lito Contreras, David Hermosilla, Alfonso Vega, Berty González, Héctor Toledo y la gran estrella, Eliseo Mouriño, ex seleccionado argentino proveniente de Boca Juniors y mundialista de 1958.
EL VIAJE DE LA MUERTE
El día siguiente del histórico partido se programó el regreso a Santiago en dos aviones, debido principalmente a que la mayoría de los jugadores no querían viajar en el primer vuelo porque realizaba demasiadas escalas antes de llegar a la capital. Así, varios de ellos, parte del cuerpo técnico y algunos dirigentes se quedaron para esperar el segundo vuelo, proveniente de la ciudad de Castro. La aeronave, un bimotor Douglas DC3 de la aerolínea estatal LAN, despegó del aeródromo de Pampa Alegre el lunes 3 de abril a las 18:30 horas con 20 pasajeros y cuatro tripulantes. Además de los jugadores y cuerpo técnico del Green Cross, viajaban los tres árbitros del encuentro, dos dirigentes y otros seis pasajeros. El piloto de la nave, Silvio Parodi Viterbo, tenía una vasta experiencia, al igual que su copiloto José Jorquera.
El plan de vuelo establecía que el viaje desde Temuco a Santiago se realizaría a 8.500 pies de altura; pero con posterioridad se le autorizó subir a 9.500 pies por haber otra aeronave en la altitud asignada. A la altura de Los Ángeles, y cuando el reloj marcaba las 19:10 horas Parodi solicitó descender a 9.000 pies por formación de hielo en las alas. El Douglas no poseía sistemas de deshielo, por tal motivo se le indicó invertir curso y luego descender a 6.500 pies hacia el sur y cruzar Curicó. Sin embargo, desde la torre de control en Cerrillos no se acusó recibo de esa comunicación.
La gran desviación en la ruta del avión, la falta de radioayudas que corrigieran su posición y el fuerte viento predominante desencadenan la tragedia. A las 19:45 horas Parodi se encuentra frente a frente con la cumbre del cerro La Gotera. Trata de hacer un descenso, pero el ala izquierda impacta la pendiente del murallón del cerro y se desprende junto con uno de los motores. La nave se arrastra violentamente 14 metros hacia abajo del cerro y luego se incendia. Sus 24 ocupantes mueren instantáneamente y sus cuerpos se calcinan.
El Douglas DC3 de LAN fue hallado completamente destruido en el sector denominado Sierra de las Ánimas a 44 de Linares. Los peritos concluyeron que los cuerpos de las víctimas fueron calcinados debido al incendio de la aeronave.
ATAUDES CON PIEDRAS
Sin conocerse aún como ocurrieron los hechos, la noticia es impacto nacional y los teletipos de la agencias despachan las noticias a la prensa internacional. Medio equipo de fútbol desaparece en la Cordillera de los Andes.
Tras ocho días de intensa búsqueda por tierra y aire —en la que participó Carabineros de Chile, el Ejército de Chile y aeronaves de la FACh, LANChile y particulares— el 10 de abril se informó que el LAN fue hallado, completamente destruido en el sector denominado Sierra de las Ánimas, ventisquero ubicado al noreste del cerro conocido como Lástimas del Pejerrey —71°10 W y 35°5 S— a 44 km al sureste de la ciudad de Linares. Los restos estaban esparcidos a 1.000 metros de la Laguna del Toro, a 3.500 metros de altitud.
Por su posición y estado los expertos concuerdan que la aeronave se incendió y que los cuerpos de las víctimas fueron calcinados. “Es penoso mencionarlo, pero solamente eran restos quemados, reconocidos por los familiares por los jirones de ropa que portaban”, informaron los equipos de rescate. Testigos dicen que una patrulla del Ejército apoyado por arrieros de la zona bajaron a mula los restos humanos.
Los funerales del equipo fueron multitudinarios y simbólicos porque no se hallaron todos los cuerpos. Los familiares de las víctimas recibieron los restos que pudieron ser rescatados y les dieron cristiana sepultura. Pero siempre hubo dudas de la autenticidad de los cuerpos. Incluso circularon leyendas que hablaban de ataúdes llenados con cenizas y piedras.
Los funerales del equipo fueron multitudinarios y simbólicos porque no se hallaron todos los cuerpos, incluso circularon leyendas que hablaban de ataúdes llenados con cenizas y piedras.
Lo cierto es que en el accidente perecieron el entrenador argentino, Arnoldo Vásquez Bidoglioy; el masajista Mario “el gordo” González; los funcionarios de la Asociación Central de Fútbol y de la ANFA, Pedro Valenzuela y Luis Medina, respectivamente, y los jugadores Dante Coppa, José Silva, Manuel Lito Contreras, David Hermosilla, Alfonso Vega, Berty González —joven promesa del fútbol chileno—, Héctor Toledo y la gran estrella, Eliseo Mouriño, cuya muerte remeció a Argentina y produjo acciones de solidaridad, especialmente del club boquense. Sus restos descansan hoy en una bóveda en el cementerio de Flores en Buenos Aires.
Pablo González, 70 años, sobrino de Eliseo Mouriño, era un adolescente cuando la tragedia de Green Cross sacudió a su familia en Buenos Aires. 54 años después recuerda el infructuoso paso de su tío por el fútbol chileno: “A Chile fue por su amigo y excompañero Gustavo Albella, que jugaba en el equipo. Fue todo muy triste. Mi tío no alcanzó ni a ponerse oficialmente la camiseta del Green Cross”, comentó al diario El Mercurio.
EL FIN DEL GREEN CROSS
Green Cross nunca más volvió a ser el mismo. La institución no pudo reponerse de la tragedia, y una temporada más tarde descendió a la Segunda División. Ese mismo año el club se vio envuelto en un escándalo judicial luego de que su presidente y subtesorero del Banco Central de Chile, Fernando Jaramillo, fuese acusado de robar desde la bóveda del Banco, una cuantiosa suma de dinero que utilizó para intentar sanear la crisis económica en la que se encontraba inmersa la institución. Jaramillo fue arrestado cuando intentaba huir hacia Argentina.
Debido a la poca afición con la que contaba el equipo en la capital y las sucesivas tragedias, cuatro años después del accidente el club decide fusionarse con Deportes Temuco, convirtiéndose en el Green Cross de Temuco. La fusión finalizó en 1985 y tras 49 años de historia el club desaparece para siempre.
El 2 de febrero un grupo de montañistas revivieron la historia del Green Cross. Aseguran haber logrado dar con los verdaderos restos de la aeronave siniestrada, pero no en el lugar oficialmente encontrado en 1961. La DGAC desmiente esta versión, pero hay diferencias entre los informes de LAN y la DGAC.
«NUEVOS HALLAZGOS«
El 2 de febrero de 2015, los montañistas Lower López y Leandro Albornoz revivieron la historia y removieron un pasado que parecía enterrado al asegurar que una expedición liderada por ambos «logró dar con los verdaderos restos de la aeronave siniestrada», pero no en el lugar oficialmente registrado en 1961.
Según indicó Albornoz a los medios, los restos del fuselaje del avión se encontrarían en realidad a más de 3.200 metros de altura, en una zona de muy difícil acceso, negándose a entregar su ubicación exacta «para evitar que el lugar se transforme en un circuito turístico». Leandro Albornoz aseguró que el hallazgo se hizo por descarte. “Veníamos hace rato estudiando la zona. Siempre se supuso que estaba en la Quebrada Lástimas, donde antes ya habían buscado mis compañeros, sin éxito”, señaló.
Sin embargo, no todos dieron crédito del nuevo hallazgo. El sitio web especializado en información aeronáutica Modo Charlie, publicó un extenso informe sobre el accidente y con información oficial de los equipos de investigación de la época refutó la versión de los montañistas. Además, muchos habitantes de Linares, algunos de ellos testigos y familiares de testigos, manifestaron que el avión efectivamente fue encontrado a la semana después del accidente. “Crecimos escuchando esta historia y cómo el Ejército, apoyado por los arrieros de la zona, lograron dar con los restos del avión e incluso rescatar algunos cuerpos”, asegura Cristopher Bustos.
“Siempre se supo dónde estaba el avión, el rescate de los restos fue muy penoso, en esos tiempos los restos se trajeron en mulas. Mi padre en esos años estuvo en el destacamento de la Escuela de Artillería que realizó el rescate. Dejen paz a esos hermosos jugadores”, posteó un lector en un blog que informó del supuesto nuevo hallazgo.
Consultamos a la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil, DGAC, institución responsable de investigar administrativamente los accidentes e incidentes de aeronaves que se produzcan en el territorio nacional, sobre esta nueva versión, y la respuesta es lapidaria: “La DGAC, en su momento ya emitió un informe sobre este accidente. Las investigaciones se pueden reabrir cuantas veces sea necesario, siempre y cuando se aporten nuevos y fundamentados antecedentes, que no es este el caso”.
En una entrevista publicada en BBC Mundo, el montañista Leandro Albornoz confirma tangencialmente lo expresado oficialmente por la DGAC a nuestro medio: “Dijimos desde un principio que daríamos la información exacta. Yo ya declaré a la Dirección General de Aeronáutica Civil. Su tema es netamente el accidente y sus causas y eso lo tienen más o menos cerrado. Mi informe no aportó mucho más allá, porque no vi ningún instrumento de cabina, nada que pueda agregar a lo que ya se sabe”, declaró.
¿Puede ser que en 1961 se haya encontrado solo una parte del avión y que el fuselaje encontrado en febrero de 2015 corresponda a otra parte de la misma aeronave? “Es una hipótesis que tiene sentido”, dijo Albornoz a BBC Mundo. Sin embargo el creador del sitio web Modo Charlie, y especialista en aviación, Álvaro Romero cree lo contrario: “No, el avión se estrelló y los restos se desperdigaron en un radio de máximo de 100 metros”, nos responde vía correo electrónico, pero deja abierta la posibilidad de que todo se deba a un error en las coordenadas geográficas: “En la investigación de LANChile, se informa que el sitio del accidente fue 71°08 W y 36°02 S y no 71°10 W y 35°5 S como lo informó la Dirección de Aeronáutica en 1961. Es evidente que hay una contradicción de ambos informes”.
Hicimos la prueba en una aplicación web para localizar coordenadas geográficas y ninguna de las dos nos ubicó en el punto exacto publicados en ambos informes. Mayday.
LA HISTORIA DE GREEN CROSS
El Club de Deportes Green Cross (Cruz Verde en español) fue fundado en Santiago el 27 de junio de 1916 y jugaba en la Primera División de Chile hasta 1965 cuando decide fusionarse con Deportes Temuco para fundar el Green Cross de Temuco. Su desaparición definitiva se produce en 1985. Los colores que identificaron al club eran el blanco y el verde; su escudo era una cruz de malta. En sus 49 años de vida obtuvo 1 título de Primera División y 2 de Segunda División.