Orretherium TZEN: El pequeño mamífero CHILENO que sobreviviÓ a la extinción de los Dinosaurios
Un grupo de paleontólogos chilenos y argentinos dieron a conocer el descubrimiento de una nueva especie de mamífero similar a un coipo que habitó la Patagonia durante el Cretácico superior, cuyas especies sobrevivieron incluso a la extinción de los dinosaurios.
Los estudios del hallazgo fueron publicados esta semana en la prestigiosa revista Scientific Reports de la línea Nature. Los fósiles encontrados corresponden a una mandíbula con cinco dientes y un molar del maxilar, de pequeño tamaño, los que fueron descubiertos en rocas de la Formación Dorotea (Cuenca Magallanes) con una antigüedad estimada de entre 74 a 72 millones de años (el último período del Mesozoico).
Las investigaciones se realizaron en Cerro Guido, ubicado en la provincia de Última Esperanza, mismo lugar donde lleva trabajando más de diez años ininterrumpidos un grupo liderado por el Dr. Marcelo Leppe, director del Instituto Antártico Chileno (INACH).
Los fósiles encontrados corresponden a una mandíbula con cinco dientes y un molar del maxilar, de pequeño tamaño, cuya data se estima de entre 74 a 72 millones de años (el último período del Mesozoico).
Para Leppe, «el cerro Guido y el valle del río de las Chinas libera año tras año nuevos secretos sobre los últimos episodios de la Era de los Dinosaurios, que está ayudando a comprender la compleja historia de la conexión de Patagonia con Antártica y Oceanía».
De acuerdo a las investigaciones este espécimen posee una dentición más simple que la de los marsupiales y placentarios y está próximamente emparentado con especies halladas en las provincias argentinas de Río Negro y Chubut, respectivamente cuyas datas superan los 60 y 70 millones años de antigüedad.
Cabe precisar que a fines del Mesozoico, los ecosistemas terrestres eran muy diferentes a los actuales y los fósiles que se encuentran en rocas cretácicas de Magallanes están revelando una historia fascinante justo en el momento anterior a la gran extinción de los grandes dinosaurios y otros reptiles. Por medio de estos registros, los investigadores pueden establecer que los mamíferos habitaron este territorio y sobrevivieron a esta gran extinción.
“Una pieza importante del rompecabezas”
Los fósiles encontrados son muy importantes para entender el “rompecabezas” de la historia evolutiva de los mamíferos durante la Era de los Dinosaurios y se suman al Magallanodon baikashkenke, primer mamífero del mesozoico chileno descubierto, correspondiente al grupo de los gondwanaterios y de similares características a un coipo.
Ambos hallazgos dan cuenta del gran potencial paleontológico que tiene esta zona, tal como menciona el paleontólogo Dr. Alexander Vargas, uno de los coordinadores del proyecto: “La evolución de los mamíferos durante la Era de los Dinosaurios es aún muy desconocida y cada descubrimiento de una especie nueva es un avance que llama la atención a nivel mundial. La nueva especie chilena Orretherium tzen es de especial importancia para discutir el origen evolutivo de una importante familia de mamíferos, los mesungulátidos, y la excelente preservación de los fósiles, sumado al descubrimiento previo de Magallanodon, ubica a Magallanes como nuevo foco de atención mundial para futuros avances en evolución de los mamíferos”, enfatizó.
Concuerda con esta opinión, el también paleontólogo Sergio Soto Acuña, quien comenta que “el hallazgo de Orretherium tzen, junto a Magallanodon baikashkenke, nos revela la existencia de una diversidad de linajes de mamíferos en el Mesozoico de Magallanes, de la cual probablemente estamos recién rasguñando la superficie”. Asimismo, plantea que el estudio de los mamíferos del valle de las Chinas “será fundamental para responder importantes interrogantes evolutivas y biogeográficas que aún persisten en la comunidad paleontológica y que nos permiten comprender mejor la evolución de estos antiguos ecosistemas que ya no existen en la actualidad”.
“Los fósiles de animales pequeños nos ayudan a entender y construir una fracción de la biota, aportando importantes conocimientos sobre la ecología y distribución de las especies”, explica Jonatan Kaluza de la Fundación Félix de Azara – Universidad Maimónides y agrega que “este conocimiento adquirido a través de la experiencia en otros yacimientos fosilíferos nos permitió armar un rompecabezas de hace 72 millones de años”.