La crisis de Chiloé desde adentro

Un grupo de activistas de la organización ecologista Greenpeace viajó a la Isla de Chiloé para documentar el desastre ambiental y acompañar a la comunidad chilota en este momento tan difícil.

 

El panorama es devastador: la muerte y la desolación se apoderan del lugar. Peces, mariscos, aves y mamíferos flotan en el agua y llegan con las mareas al borde de las playas. A esto se suman cientos de familias desamparadas con total incertidumbre respecto de lo que pasará con su fuente de trabajo y de desarrollo social y cultural.
Estamos viviendo uno de los desastres ambientales más graves de nuestra historia. Si bien enfrentamos un episodio de marea roja, esto ocurrió después de que se desecharan en el mar 5 mil toneladas de salmón en descomposición, de un total de 9 mil toneladas autorizadas para verter en el océano. Y lo peor, es que el gobierno chileno autorizó estos vertidos, no informó a la comunidad sobre sus impactos y ahora no hace nada para garantizar que estos hechos no se repitan nunca más. «La gente tiene miedo hasta de tocar el agua de mar. Porque no se conoce ningún detalle sobre la forma en que se realizó el vertido de salmones (…) Acá lo que ocurrió, es que una vez más el gobierno termina beneficiando a las salmoneras y perjudicando a los pescadores artesanales”, dijo Estefanía González de Greenpeace que viajó a Chiloé con el equipo.

 

El panorama es devastador. Peces, mariscos, aves y mamíferos flotan en el agua y llegan con las mareas al borde de las playas. A esto se suman cientos de familias desamparadas con total incertidumbre respecto de lo que pasará con su fuente de trabajo y de desarrollo social y cultural.


El viaje comenzó en la Isla Tenglo, en las cercanías de Puerto Montt, donde los pescadores comentaron que hace un mes llegan ballenas muy cerca de la costa, aparentemente en busca de comida ya que han visto afectado su hábitat. Continuamos hacia Carelmapu, donde había diversas denuncias de la presencia de una sustancia viscosa en el mar y el avistamiento de embarcaciones descartando residuos en la noche muy cerca de la costa.
Finalmente llegamos a Chiloé. Allí encontramos cientos de picorocos, machas, cangrejos y piures varados en la playa. Cada cierto tiempo, también varaban pequeños lobos marinos muertos en la orilla. El mar es la fuente de trabajo de buzos y pescadores chilotes. No solo se contaminó el mar, también se afectó la esperanza y la posibilidad de desarrollo de una comunidad entera. Este es el testimonio desgarrador de uno de los habitantes de la isla:

Se necesita el apoyo de todos los ciudadanos para exigir transparencia y real cuidado de este frágil ecosistema. Por esto, iniciamos una campaña para exigirle al gobierno trasparencia en lo que ocurrió frente a las costas de Chiloé y ponemos a disposición de todos los chilenos un sitio webwww.greenpeace.cl/chiloe donde todos las personas pueden ingresar y demandar por información. “Es fundamental que seamos miles de personas las que exijamos conocer la verdad de lo que ocurrió. La gente de Chiloé se lo merece y el país también”, sostuvo Estefanía González.
A pesar de este escenario tan crítico, las personas están unidas exigiendo respuestas. Es fundamental entender que esta no es una crisis exclusiva de la isla sino también del océano: uno de nuestros mayores patrimonios socioambientales.
Se necesita el apoyo de todos los ciudadanos para exigir transparencia y real cuidado de este frágil ecosistema. Por esto, iniciamos una campaña para exigirle al gobierno trasparencia en lo que ocurrió frente a las costas de Chiloé y ponemos a disposición de todos los chilenos un sitio webwww.greenpeace.cl/chiloe donde todos las personas pueden ingresar y demandar por información. “Es fundamental que seamos miles de personas las que exijamos conocer la verdad de lo que ocurrió. La gente de Chiloé se lo merece y el país también”, sostuvo Estefanía González.

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