La hora del té en Chile

La cultura del té gana cada día más seguidores entre los chilenos. Tradicionalmente vinculado a los ingleses, el té encontró en nuestro país un lugar para quedarse hasta convertirnos  entre principales consumidores del mundo y la única nación en América Latina donde el consumo del té supera al del café. La guinda de la torat en La Araucanía se produce el té más austral del mundo.

Aquí la historia del té en Chile.

 

No lo consideramos un producto nacional, tal vez porque proviene de países y culturas lejanas, pero las cifras de consumo bien podrían ubicar al té dentro de nuestra idiosincrasia. 

 

LOS INICIOS:

El té es la segunda bebida más consumida a nivel mundial después del agua. Lo descubrieron los chinos hace ya casi 5 mil años, y según dicen, fue por una curiosa coincidencia. El emperador chino Shen Nung ordenó a hervir toda el agua destinada para el consumo humano. Un día, mientras descansaba a la sombra de un árbol de té silvestre, una ligera brisa de verano hizo que varias hojas se desprendieran y cayeran dentro del agua hirviendo. La bebida lo habría cautivado instantáneamente. Los ingleses luego incorporaron la tradición de tomar el té a las cinco de la tarde -hora en la que salían de trabajar los obreros-. Y fue ahí cuando llegó a Chile, en el siglo XVIII. ¿Cómo? Se dice que un marinero inglés le obsequió un paquete de té a un vecino del puerto de Valparaíso y le contó lo popular que era esta bebida en Inglaterra. Como Valparaíso era parada obligada para los barcos que navegaban por el Estrecho de Magallanes, el té fue cobrando cada vez más notoriedad.

Pero por esos años y al igual que todos los países del Cono Sur, Chile era un gran consumidor de yerba mate. Fue durante la construcción del Puente Cal y Canto en 1767 en que una medida tributaria determinaría por completo el futuro de nuestro consumo. Un impuesto al mate para costear la construcción del puente hizo que los chilenos nos abocáramos a tomar té. Así, las colonias inglesas ya establecidas en Valparaíso y aquellas que dirigían las salitreras nortinas se encargaron de la importación y distribución del té, que lentamente se encontraría en el hogar de cada uno de nosotros.

Hoy por hoy, Chile se ha convertido en el principal consumidor de Latinoamérica, con 428 tazas de té anuales y único país en la región donde el consumo de té supera al de café. Un estudio de la FAO ubicó a Chile dentro de los 15 principales consumidores del mundo.

Chile tiene un promedio de 428 tazas de té anual per cápita. Le siguen Argentina con 95 y Uruguay con 80.

 

EL TÉ EN CHILE NO PARA DE CRECER

La pregunta que surge es qué es lo que realmente tomamos. Si bien hace décadas solíamos preparar té en hebra, ponerle algo de cedrón y canela, hoy en día nuestro principal consumo se reduce a una simple bolsita de té que relacionamos con países lejanos como la India y Sri Lanka, sin saber que más del 50% del té que consumimos viene realmente de nuestros vecinos argentinos.

La industria del té está creciendo, y en realidad no es que estemos tomando más té, sino que estamos tomando variedades de mejor calidad.

La serie de beneficios que estudios científicos le han atribuido al té, han hecho que en aquellos que buscan un estilo de vida más saludable, se despierte un sincero interés por conocer más de esta bebida y de las opciones de consumo que se presentan.

Ya son por todos conocidas las grandes marcas que efectivamente dominan la industria nacional del té, ya que como mencionamos anteriormente, nuestro principal consumo sigue siendo la bolsita, pero hay un pequeño grupo de marcas que trabajan por ofrecer una mejor calidad y variedad, acompañadas de una difusión cultural y educadora entorno al té.

Es así como existen marcas menos masivas que se han orientado en ofrecer un producto de mejor calidad, como Twinigs o Dilmah, la primera ofreciendo las variedades más populares del portafolio de tés ingleses y la segunda proveniente de Sri Lanka, dueña de sus propias plantaciones y quienes envasan su té en origen. Ésta realiza periódicamente una serie de actividades en donde el té es el principal protagonista, desde concursos gastronómicos, degustaciones en supermercados, hasta el desarrollo de cocktelería con té de la mano de destacados mixólogos nacionales.

 

A pesar de esos esfuerzos, el té en hebra sigue siendo la máxima expresión de calidad y sin duda la mejor forma de disfrutar el té. Es así como se han desarrollado tiendas especializadas de té, un fenómeno que en Europa y Estados Unidos ya lleva algunos años.

Además, ha aparecido una moda bien interesante en la industria nacional de realizar mezclas y es así como podemos encontrar pequeñas e incipientes marcas que trabajan con tés importados y productos locales para satisfacer las necesidades de los nuevos consumidores de té. Si bien la idea es buena, hay que tener especial cuidado en este aspecto. El realizar mezclas requiere de una preparación e instrumentos especiales, la intuición no lo es todo, por lo que podemos llevarnos unas sorpresas no tan gratas. Sin embargo, esta tendencia está cada vez mejorando más sus técnicas por lo que lentamente podremos notar una mejora en este segmento de tés.

Al igual como se han hecho populares las catas de vino, quesos, whiskies y tantos otros productos, el té no se ha quedado atrás y hoy en día existen lugares y gente que se encarga de educar sobre este vasto mundo. En la “Escuela de los Sentidos” del Sommelier Pascual Ibáñez se ofrece una cata en donde les contarán todos los aspectos que tienen que saber del mundo del té. La misma “Tetería” desarrolla una serie de catas en su local en Santiago, en regiones en conjunto con sus distribuidores. Y para aquellos más aplicados, al igual como existen en Argentina, ya tenemos en Chile una escuela de té, llamada “Tea Studio” que ofrece la primera certificación de té de Chile. Orientada a todos aquellos amantes de esta bebida que quieran ser consumidores más informados y también a aquellos que tengan un fin más profesional y quieran mejorar los servicios en sus restaurantes, salones de té y cafeterías.


Salus-flora

 

EL TÉ MAS AUSTRAL DEL MUNDO

Se señala que la planta de té se adaptaba exclusivamente a climas tropicales, que requería de altas temperaturas y humedad. Sin embargo, entre Villarrica y Licanray, al interior del fundo Futacoyán, a 340 msnm y a los pies del volcán Villarrica, ocurre la magia de la producción de un té chileno llamado Salus Flora, plantación que destierra oficialmente a la neozelandesa Zealong que tenía este récord de ser considerado como el té más austral del mundo.

Un logro nada fácil de conseguir debido a que no es fácil producir té en zonas donde la temperatura no acompaña. Si bien la tecnología ha ayudado al desarrollo de plantas que resistan las inclemencias del clima, bajas temperaturas y exceso de lluvia, sigue siendo extremadamente difícil producir té en regiones como La Araucanía.

El té que produce Salus Flora es un té verde, cultivado de forma orgánica, el cual se desarrolla a través de un método que se asemeja mucho al japonés, tanto en la cosecha como en la facturación de la misma. Sin embargo, aún no podemos llegar a comparar los resultados con aquellas variedades producidas en países de tradiciones milenarias como lo son China y Japón, ya que además aún queda una etapa de maduración de la planta y manejo de la técnica.

 

 

 

 

 
 

 

Acerca del Autor /

Sommelier chileno que cuenta con Certificación Internacional de Tea Sommelier, del Club de Té de Argentina. Es socio fundador de “Tea Bar”, el primer bar de té de Sudamérica y colabora como columnista en destacados medios nacionales. Lo puedes seguir en @TeaSommelierScl.

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