Diario de una fantasía Bahiana (primera parte)

Playas, lujo y encantos son algunos elementos que componen los distintos parajes del nordeste brasileño que esconden lugares increíbles para el turismo y la gastronomía. Los invito a recorrer conmigo Salvador de Bahía y Morro de São Paulo, una experiencia que los llevará al Nirvana por cielo, mar y tierra.

Por Carolina Arriagada. / Foto Portada: Gentileza de Ronald Sena.

Lejos de la contaminación y el frío invierno de mi Santiago querido, recorrí el nordeste de Brasil junto a 5 periodistas sudamericanos – una dupla argentina y otra paraguaya–visitando Salvador de Bahía y algunas islas del archipiélago de Cairu como invitados de la Agencia Brasileña de Promoción Internacional de Turismo (Embratur).

Abro mi bitácora de viaje para contar en primera persona sobre esta experiencia y espero no escatimar en las tonalidades, sabores y ritmos de esta región gostosa y orgullosamente afro donde, como dice Daniela Mercury, cantante y tesoro nacional “el color de esta ciudad soy yo”.

Capítulo I: Morro de São Paulo. El paraíso terrenal

Esta isla está ubicada en el extremo noreste de la isla de Tinharé y se puede llegar por vía aérea, marítima y semi – terrestre.

La más usual es el catamarán o lancha rápida que sale del Terminal Turístico Náutico de Bahía con 2 horas y 45 minutos de travesía, si el mar no está en condiciones se tiene la opción que combina barco, bus y lancha (3 horas) o en Taxi Aéreo (avioneta) que dura 30 minutos y que despega desde el Aeropuerto Internacional Luis Eduardo Magalhães.  El precio medio es de 300 reales (51.945 CLP) ida y vuelta por Catamarán o vía semi – terrestre.

Es importante saber que hay que pagar una tasa de preservación ambiental de 30 reales (5.194 CLP) la cual se paga a través de la aplicación Viva Cairu.

Desde el cielo vemos un paisaje digno del jardín del Edén. Ya en tierra, el pueblo nos recibe con sus simpáticas carretillas – taxis, innovador servicio de tracción humana para llevar nuestro equipaje. No queremos esperar más para sacudirnos del invierno de nuestros respectivos países y nos ponemos nuestros trajes de baño para disfrutar de las hermosas praias.

Morro tiene 5 playas conectadas entre sí las cuales tienen características propias. Las primeras y céntricas concentran los restaurantes, bares y hoteles y las restantes son más tranquilas, alejadas y solitarias donde encontramos resorts y ambiente más familiar.

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Los amantes de las puestas de sol no pueden dejar de visitar la Fortaleza de Tapirandu, construcción cuya imponente muralla intercalada por cañones son testimonio vivo de la importancia que tuvo este puerto para la corona portuguesa y que actualmente aún protege a los lugareños y turistas como el mejor spot de la isla para ver el sol hundirse bajo el mar.

Fortaleza de Tapirandu, más conocida como Fuerte de Morro de Sao Paulo, patrimonio histórico nacional.

Pero este viaje es una aventura, así que junto a mis compañeros nos subimos a una lancha rápida para visitar las islas Cairu y Galeao, sin sospechar de las sorpresas que se avecinaban.

Capítulo II: Cairu y Galeao. Las joyas ocultas

Cairu es la sede administrativa del municipio y la segunda ciudad más antigua de Brasil, sus hermosas calles adoquinadas albergan imponentes monumentos patrimoniales como la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario y su memorial recientemente inaugurado y el Convento de San Antonio, donde se puede apreciar los inicios del barroco brasileño. Cuenta la leyenda que los solteros y solteras que buscan matrimonio, deben entrar a este templo con el pie derecho y salir con el derecho para así cumplir su deseo.

Iglesia y Convento de San Antonio, es una iglesia católica romana del siglo XVII, consagrada en 1650.

Galeao, en tanto, es una pintoresca aldea de pescadores que maravilla con una cocina de primer nivel por sus deliciosos frutos de mar. Además de saborear una exquisita moqueca tampoco hay que dejar de conocer un galpón de procesamiento de Piaçava, especie de palmera originaria y fuente de fibra usada en escobas y cepillos.

Galeao tiene todo lo necesario para convertirse en un punto gastronómico imperdible, sólo necesita más turistas y comensales. Su gente es amable, cálida, alegre y orgullosa de su origen “quilombola”, término que denomina a las personas afrodescendientes que residían en los quilombos o lugares donde se refugiaban los esclavos fugitivos brasileros.

Es tanto el cariño y el entusiasmo por encumbrar a Galeao como un punto de interés turístico y gastronómico imperdible dentro del Archipiélago de Cairu que la gente nos regaló un hermoso desfile de carnaval que cruzó con alegres cantos y bailes todo el poblado hasta llegar la Iglesia de São Francisco, el lugar más importante de este territorio, para ser homenajeados con una presentación de danza que sin necesitar palabras, nos relató la historia de esta comunidad rebosante de cultura  africana, europea e indígena. Tanto mis compañeros como yo nos emocionamos hasta las lágrimas y dejamos parte de nuestro corazón. Volveré, sin duda alguna.

Así termina la primera parte de este viaje en el cual caminaremos por los rincones de Salvador de Bahía y visitaremos sus iglesias, la famosa zona histórica de Pelourinho y, por supuesto, nos empaparemos de su música y fiesta con glorioso carnaval. Todo eso y mucho más. No se lo pierdan.

Acerca del Autor /

Carolina Arriagada Tapia – Periodista, cronista y viajera que busca perfeccionarse en el arte de contar historias que logren dar sentido a peregrinar por este mundo tan extenso, diverso y sorprendente

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