Tendencias: Turismo Slow, el arte de viajar despacio llegó a Chile

«El turismo lento es una manifestación de los tiempos en que vivimos y sobre todo post Covid, donde la gente quiere evitar las grandes aglomeraciones, prefiere conectar con el entorno, tendencias que era impensada hace 10 años”, así define esta nueva tendencia en turismo, el reconocido periodista Claudio Iturra, experto en viajes y turismo.

Iturra, quien además ha incursionado como operador turístico especializado en viajes personalizados y overland, no tiene dudas que uno de los grandes fenómenos de este 2022 son los viajes slow, debido a que se trata de un turismo que invita a los visitantes a disfrutar del momento, fundirse con el entorno natural y conocer la cultura de cada sitio en primera persona, sumergiéndose en ella a través de experiencias, comunidades y actividades únicas, algunas veces alejados de la muchedumbre.

El periodista Claudio Iturra, define al turismo slow como una manifestación de los tiempos en que vivimos y sobre todo post Covid, donde la gente quiere evitar las grandes aglomeraciones, prefiere conectar con el entorno, tendencias que era impensada hace 10 años”.

En este tipo de viajes el visitante conoce nuevos amigos y se conecta con el medio ambiente. Se trata, muchas veces de sitios turísticos, culturales y naturales que pueden o no ser conocidos, pero rutas desconocidas para los nuevos visitantes. “Esta tendencia hoy es un boom. En la industria turísticas hoy se están creando nuevos paradigmas, las nuevas propuestas buscan dar vida a destinos con enfoques más conscientes. Las personas quieren conocer y relacionarse responsable y respetuosamente con nuevas formas de vida, tradiciones, culturas, donde la naturaleza, sin duda juega un papel fundamental. Acá las tradicionales vacaciones donde la gente busca desconectarse de las responsabilidades y el trabajo se transforman en una experiencia de conexión única y completa, donde no solo se funden con paisajes maravillosos, sino que se hacen nuevos amigos, se conocen nuevas formas de vidas y con un entorno muchas veces nunca vista”, menciona el conductor y productor de Ruta 5 y Maravillas del Mundo.

Complementariamente, el turismo slow también tiene el fin de la máxima integración del viajero con el disfrute de la gastronomía local y diferentes espacios para la improvisación, ya que la prioridad de este tipo de turismo es el goce de la experiencia más que del destino.

Complementariamente, el turismo slow también tiene el fin de la máxima integración del viajero con el disfrute de la gastronomía local y diferentes espacios para la improvisación, ya que la prioridad de este tipo de turismo es el goce de la experiencia más que del destino. “Sus fanáticos, que por cierto han aumentado post pandemia, evitan las aglomeraciones, prefieren lo natural, espontáneo, cercano. Si a esto se le suma el contacto con la naturaleza que alivia el estrés, relaja, reconecta y recarga, es el match perfecto”, señala Iturra.

¿Pero de dónde viene esta tendencia? A finales de la década de los 80, el italiano Carlo Petrini, sociólogo, periodista y amante de la gastronomía, se convirtió en el padre del movimiento slow. Aunque su principal fin era el de enfrentar al boom de la comida rápida, esta filosofía ha continuado extendiéndose a casi cualquier ámbito slow tourism, slow clothes, slow life. Pronto, Italia empezó a tomar medidas para limitar las llegadas de turistas, como sucedió en la zona Cinque Terre, declarada Patrimonio de la Humanidad. Si bien Italia fue la primera en entender estas necesidades, muy pronto la siguieron ciudades europeas como Francia, Holanda o Gran Bretaña.


Perfil del turista Slow


● Tiene entre 25 y 65 años
● Prefiere los rincones más singulares de los destinos que lo sorprendan
● Le interesa el patrimonio cultural y natural de su destino
● Tiene interés por conocer personas autóctonas para empaparse de su cultura
● Le inspiran la fotografía o el deporte al aire libre
● Valora la comida slow, los restaurantes de ingredientes KM0 o se siente atraído por la eno-gastronomía

Destinos Slow en Chile

Hoy en Chile existe una serie de destinos slow, según menciona Iturra, entre los que destaca a San Pedro de Atacama, Torres del Paine y la Carretera Austral como sus destinos favoritos.

Sendero Valle Francés

Torres del Paine:

Para Iturra, las Torres del Paine son uno de los mejores destinos slow tanto para invierno como en verano: “este destino permite una conexión perfecta con la naturaleza y las comunidades magallánicas, las más australes del mundo. Estamos hablando de una maravilla mundial, que debe incluir la visita a las estancias patagónicas, recorrer glaciares sobre un catamarán y adentrarse a la cueva del Milodón Un imperdible, un destino hecho para toda la familia que se puede hacer en sólo 5 días».


Valle de la Luna

San Pedro de Atacama:

Según Iturra, «San Pedro es uno de los destinos más renombrados de Chile a nivel internacional, que permite a los viajeros no solo visitar el desierto más árido del mundo, si no que además conocer atractivos naturales como los geiseres y los salares y compartir con comunidades indígenas andinas. Este destino de ensueño también permite realizar tours astronómico, visita al altiplano, a lagunas escondidas y reservas nacionales ubicadas por sobre los 4 mil metros sobre el nivel del mar.


Carretera Austral:

Otro destino que vuelve locos a los amantes del turismo slow y responsable es la Carretera Austral. Para Claudio Iturra un recorrido por esta mítica carretera debe incluir una visita a Caleta Tortel, al imponente Glaciar Montt y la confluencia del Río Neff con el Río Backer, un paraíso para los amantes de la pesca, el rafting y el trekking.


Acerca del Autor /

Periodista y deportista. Apasionada por la naturaleza y el ciclismo. Actualmente trabaja como Content Manager en Publicidad y colabora en Revista Enfoque.

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