Ovejeros de Tierra del Fuego

Oficios de hombres y mujeres de las estancias de Tierra del Fuego. / Fotografías: Eduardo Hernández Astudillo.

Eduardo Hernández Astudillo es diseñador gráfico y fotógrafo. En la actualidad ejerce como encargado de Cultura, Comunicaciones y Fomento Productivo de la Municipalidad de Primavera, puerta norte de ingreso a la provincia de Tierra del Fuego, que tiene como particularidad histórica haber sido la primera tierra chilena avistada por el navegante portugués Hernando de Magallanes en 1520.

Hernández llegó a esta desolada tierra de tan solo 1.600 habitantes en 2016, mismo año en que se propuso investigar y retratar las costumbres de su pueblo, que plasmó primero en exposiciones fotográficas, y que en 2020 coronó con la producción del libro Tierra de Ovejeros. Oficios de hombres y mujeres de las estancias de Tierra del Fuego.

En el libro de 110 páginas (disponible en PDF de manera gratuita), Hernández plasma con notable distinción las vivencias y la forma de vida de los ovejeros de Tierra del Fuego y el ser magallánico

«Mientras tomaba fotografías de los ovejeros comencé a pensar que más allá de postales no existía un material de investigación que diera cuenta lo que significa ser un ovejero, entendiéndolo como un actor social y cultural importante para nuestra región, y quienes siempre tienen una actitud de recibir con los brazos abiertos y un mate amigo a quien llega a su puerta”, explica Hernández sobre el objetivo del libro, que tuvo la colaboración de la autoridad comunal de Primavera, Blagomir Brztilo y la investigación de Pía Acevedo Méndez, licenciada en historia y magíster en gestión cultural.

Tras el lanzamiento de Tierra de Ovejeros… en febrero de 2020, el diseñador gráfico y gestor cultural ha estado dedicado a difundir las tradiciones de la Patagonia chilena, tanto en el plano cultural como turístico. “Estamos en la actualización de un plan de cultura y queremos hacer la ruta patrimonial tanto de Tierra del Fuego como de Cerro Sombrero”, agregando que para la elaboración del libro tuvo que participar en un arreo completo por más de 5 días, en los que recorrió 360 kilómetros a caballo, viviendo y compenetrándose con el trabajo de los ovejeros.

En el libro de 110 páginas, y que está disponible en su versión PDF de manera gratuita, Hernández plasma con notable distinción estas vivencias y el ser magallánico, así lo piensa Alberto Larraín Salas, psiquiatra y director ejecutivo de la Fundación ProCultura, institución que apoyó con el financiamiento y la producción editorial: «el libro es de una belleza inmensa, sobrecoge. Hernández no sólo retrata, sino que convive con su personajes hasta llegar a entenderlos y comprender su opción de vida», escribe en su prólogo Larrain.

A continuación, un resumen gráfico del libro, con sus principales secciones que aborda diferentes actividades y forma de vida de los ovejeros de Tierra del Fuego, contada por los propios protagonistas a modo de testimonios.

 

EL ARREO

“Toda la vida trabajé de ovejero, de cuidar ovejas, de mover animales de un lado a otro y sin exigir a los animales para andar. Desde los tiempos de la Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego me tocaba recorrer campos, desde Punta Espora hasta Río Chico, cuando los caminos sólo eran huella y demorabas días para llegar de un lado a otro y el clima era más jodido”. 

Berislav Brstilo Hansen.


EL CABALLO Y EL PERRO

“Lo más necesario para un hombre de campo son los perros, el caballo y el cuchillo. Porque si hay un animal muerto hay que sacar el cuero, la carne se puede dejar o llevar, pero el cuero hay que traerlo al galpón para no dejar lanas botadas en el campo, para así limpiar el campo. Todo lo que sea cuero o lana, aquí se recoge”.

Pedro Paredes.


LA ESQUILA

El hombre ovejero ve desde el encaste, la crianza del cordero, hasta la parición. De ahí comienza todo lo que es esquila, esquila por parte dependiendo como esté el tiempo y cuidar la producción. Recorre todos los días, día por medio, levanta animales caídos o muertos, recoge la lana. Eso es lo que hace principalmente un ovejero, recorrer día a día sus campos»


LA MUJER

“A mí no me gusta la ciudad. Yo en el campo soy libre, el viento es mi compañero, es limpio. Yo no cambiaría la vida del campo por el pueblo porque ahí no me hallo. Si voy a ver mis nietas, pero arrancamos al tiro para el campo”


Ilustre Municipalidad de Primavera
Fotografías: Eduardo Hernández @eduardohernandezfotografia
Edición General: Blagomir Brztilo Avendaño.
Textos y edición: Pía Acevedo Méndez.

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