Piscinas naturales para escapar del frío invernal
Foto portada: Lencoes Maranhenses
En el Noreste de Brasil las temperaturas son cálidas todo el año, por la cercanía de la región con la línea del Ecuador. Uno de los prodigios de sus costas son las piscinas naturales, pequeñas lagunas formadas entre las barreras de coral, con agua cristalina y temperatura perfecta para zambullirse y disfrutar de la calidez de sus aguas.
La Región Nordeste es una de las cinco en las cuales se divide oficialmente el país, y la que posee la mayor cantidad de estados: Alagoas, Bahía, Ceará, Maranhão, Paraíba, Piauí, Pernambuco (incluyendo la isla de Fernando de Noronha), Río Grande do Norte y Sergipe. Reconocida por sus atractivos naturales, históricos y culturales, es un polo turístico muy relevante por sus destinos de sol y playa. Algunas de sus más hermosas localizaciones, a continuación:
Lençóis Maranhenses, (Maranhão)
A 250 km de São Luís, la capital del estado, está la localidad de Barreirinhas que es el punto de partida para recorrer el Parque Nacional Lençóis Maranhenses. El parque ocupa unas 155 mil hectáreas, y el recorrido incluye dunas de arena blanca de hasta 50 metros de altura y playas de agua calma. En los pliegues de los médanos se forman lagunas de agua dulce producto de la lluvia, en las cuales se puede nadar (con ciertas restricciones), además de recorrer las dunas, andar en 4×4 y disfrutar de las puestas de sol. La visión de las lagunas en medio del desierto es emocionante y rara, porque sólo es posible pocos meses por año (entre abril y agosto).
Porto de Galinhas (Pernambuco):
Ubicada a 60 km de Recife, capital pernambucana, Porto de Galinhas se ha convertido en uno de los destinos brasileños más famosos por sus piscinas naturales. Cuando la marea baja, las balsas tradicionales llamadas jangadas (chatas por debajo y con motor superficial para no dañar los corales), se desplazan hacia las formaciones más alejadas del arenal de la playa. El snorkel y tomar fotografías bajo el agua es una de las actividades favoritas de quienes visitan el lugar.
Playa dos Carneiros, Tamandaré (Pernambuco):
A casi 60 kilómetros de Porto de Galinhas se encuentra el municipio de Tamandaré, que alberga uno de los parajes más fotogénicos del mundo. Se trata de Praia dos Carneiros, un destino que brinda la posibilidad de pasear por sus bancos de arena y acceder, en jangadas o catamaranes, a sus piscinas naturales.
Maragogi (Alagoas):
Es la playa más conocida y visitada de la célebre Costa de los Corales (que se extiende por Pernambuco y Alagoas, y recibe el apodo de “el Caribe brasileño”. Las piscinas naturales, formadas gracias a los arrecifes coralinos, son el principal atractivo de Maragogi, con diversos puntos para tomar embarcaciones autorizadas para paseos a las piscinas, desde la playa donde están los embarcaderos. Una de las paradas imperdibles es el Camino de Moisés, llamado así por la posibilidad de “caminar” literalmente sobre el mar que se divide visualmente en dos durante la marea baja. Aguas transparentes y cálidas bajo el sol potente, arena fina y clara, viento suave y agradable, son la característica de la región todo el año, salvo durante algunas lluvias invernales en julio, aunque sin huracanes ni sargazo.
Praia do Forte (Bahía):
A poco más de 80 Km de Salvador, la capital bahiana, se encuentra esta playa con abundante vida marina y varias piscinas naturales para elegir, y llenas de especies marinas. Su costa se reconoce por filas de cocoteros que se pierden de vista, por lo que es conocida como Costa dos Coqueiros.
Playa de Maracajaú, Maxaranguape (Rio Grande do Norte):
Una vez en Natal, la capital del estado,es imperdible el paseo a los Parrachos de Maracajaú, un área de protección ambiental ubicada en la aldea de Maxaranguape. El lugar cuenta con aguas traslúcidass, ideales para observar la vida marina, corales y pequeños peces. Las condiciones del flujo marino varían de un día a otro, razón por la que en la marea baja (durante la luna llena y luna nueva), las piscinas naturales son menos profundas.
Consejos útiles:
La mayoría de las piscinas naturales se sitúan en áreas protegidas o preservadas, por lo que se imponen algunas reglas como límites a la cantidad de turistas por días, la prohibición de alimentar a los peces, pisar los corales o retirar piezas de la naturaleza. Zapatos especiales pueden ser necesarios en algunos recorridos. También hay que tener en cuenta el factor climático y las mareas para disfrutar de una mejor experiencia. Por ese motivo, es buena idea hacer uso de apps de clima, de marea y de lunación para seleccionar el mejor momento.
Cómo llegar:
Santiago de Chile cuenta con 92 vuelos semanales a Brasil, y frecuencias diarias (con escalas) a Maranhão, Bahía, Pernambuco y Rio Grande do Norte